martes, 20 de julio de 2010

En el Día del Amigo

Hoy, en Argentina, se celebra el Día del Amigo. La fecha se eligió por la llegada del hombre a la Luna, aunque hasta hoy, yo no sabía cómo se había propuesto. La verdad es que yo no estoy muy de acuerdo con los Días instaurados para celebrar actitudes o personas que deberían ser reconocidos todos los días, o por lo menos más de dos o tres días por año (con su cumpleaños y el santo). Hablo de los padres, los amigos, los niños, las mujeres y los hombres, los hermanos. ¿O tiene que llegar el Día de la Madre para que el padre (si fuera el caso, ya sabemos que en estos tiempos la familia se reinventa y la ley lo reconoce) la lleve a comer afuera o le haga un asado? (ensaladas y platos limpios incluidos, por favor). O para que los hijos le hagan un regalo... Pero insisto, las fechas señaladas nos invitan a reflexionar, incluso sobre su importancia. La gente aprovecha para mandar un correo a todas las personas que han sido o son importantes en su vida, recupera citas especiales, sentidas, o hace una llamadita o una reunión.
El Día del Amigo, para mí tiene una importancia especial porque siempre me invita a preguntarme sobre qué es la amistad. Según el DRAE, es el “afecto personal, puro y desinteresado, compartido con otra persona, que nace y se fortalece con el trato”. Creo que es una muy buena definición, y además, me gusta. La pureza y el desinterés no podían faltar en la definición de la amistad.
Si me pongo a sentir a quiénes siento mis amigos, la verdad es que son muchas personas más de las que pensaba. Están aquellos que me conocen desde chiquita, y junto con sus padres y sus hermanos saben casi toda mi vida personal y familiar; los de la adolescencia, que me acompañaron en los momentos que entonces parecían tan dramáticos, tan trascendentes; los de la facultad, con quienes compartí años importantes para todos nosotros, muchas horas de estudio y reflexión; los que conocí en Tucumán, tan cálidos, tan abiertos, tan frescos; los de “aquí” –que no “acá”-, tan distintos a veces, tan iguales muchas más. Aquí están los que nos han acompañado desde que llegamos, yo con mi pelo tan corto (¿se acuerdan?), en las Fiestas y en los cumples; los que conocí gracias a ellos; los que encontré trabajando o al amparo de las redes sociales; aquellos con quienes compartimos momentos interesantes, intensos y difíciles, mezclando formación y empleo. Creo que quizás, lo que me une a todos estos amigos, es haber compartido alguna vivencia importante, no importa de qué signo. Creo que todos ellos me han visto llorar alguna vez, escucharon mis carcajadas, vieron mis mejillas encendidas y saben cómo estoy de ánimo, con solo mirarme, escucharme o leerme. Y saben que yo los quiero. Que cuando nos volvamos a ver, retomamos de lo último que sabemos de cada uno, y seguro podremos partir desde ahí, para adelante y también mirando hacia atrás.
Mi familia también son mis amigos. Desde otro lugar, con otro pasado en común, en otras circunstancias, pero contamos con nosotros; aunque también es una relación que hay que construir, de una forma distinta.
Gracias, amigos, por compartir mi vida, mi historia, por estar ahí (acá) conmigo, y por hacerme sentir que contar con ustedes (o vosotros, como prefiráis) es un privilegio.
PD: Esto lo iba a escribir ayer, recordando al Negro Fontanarrosa y apoyando la iniciativa de cambiar el día, pero... qué más da cuándo diga algo así, ¿no?

4 comentarios:

  1. El día del amigo... muy original, y bonita fecha para recordar

    ResponderEliminar
  2. Bueno, a mí no me parece muy bonita, pero sí que brinda una linda excusa para celebrar la amistad.
    Gracias por tu comentario ;)

    ResponderEliminar
  3. hola amiguita!! como va la vida?? estoy tan de acuerdo con tu comentario y mas loca me pone saber que hay gente que hace publica sus afectos y despues se matan entre ellos.
    Lo positivo lo que vos decis... una excusa... siempre hay excusas.
    Te recuerdo con mucho cariño
    besos a tu amor
    Viviana

    ResponderEliminar
  4. Vivi, qué alegría que "pases" por acá! La vida va bien, siempre con desafíos, y muchos afectos...
    Yo también guardo hermosos recuerdos del tiempo que compartimos.
    Un beso para vos y tus "niños" ;)

    ResponderEliminar