jueves, 31 de marzo de 2011

Cambia, todo cambia...

Hace más o menos un año, empecé este blog con la idea de hablar (mejor dicho, de escrbir) sobre la ciudad: buenos planes, rinconcitos especiales, itinerarios preferidos. Esa era una buena idea, que de hecho pongo en práctica cada vez que viene alguna visita. Me gusta sentir que conozco la ciudad y la aprovecho, aunque más no sea para levantar la vista y mirar detenidamente una calle arbolada y unas macetas con flores adornando las farolas, o apagar la música de mis auriculares y escuchar a la gente hablar.