miércoles, 29 de septiembre de 2010

Receta de la semana: Dulce de leche


Para los nostálgicos, para los golosos, para los que gusten probar el sabor único del dulce de leche casero, acá va la receta. Yo la hice, y les pongo todos los comentarios, que por supuesto tendré en cuenta para la próxima vez, que será en breve para no olvidarme. Nosotros ya nos estamos deleitando, ¿qué esperan? ¡Vamos!

Poner en una olla de fondo grueso (para que se distribuya bien el calor) 4 litros de leche entera y 4 gramos de bicarbonato de sodio. Atentos, si se pasan de bicarbonato, puede tardar mucho en hacerse, así que mi recomendación es, en la balanza de precisión, calcular 3 gr. y en cuanto pase a 4, dejarlo así. Poner en la olla varias bolitas (canicas) de vidrio, para que la leche se mueva cuando empiece a hervir. “Varias”, para una olla de unos 24 cm. de ancho, son 20 (las que puse yo).
Cuando la leche comienza a hervir hace mucha espuma, así que hay que bajar el fuego. Una vez hervida la leche, agregar 1 kg. de azúcar, de a poco y revolviendo con cuchara de madera, ya que sigue formándose espuma, aunque menos.
Una vez disuelta, dejar hervir sin revolver por lo menos una hora a fuego mediano. Esta es la recomendación que me dieron, a mí me llevó más de dos horas. Supongo que lo del “fuego mediano” termina siendo un poco subjetivo... Y yo confieso que no pude resistirme a revolver de vez en cuando, sobre todo cuando toma color... y no pasa nada, no hay problema. Eso de “sin revolver” significa entonces que no es necesario.
Chequear el color y consistencia.


Probar con una gota en vaso de agua fría, no se tiene que disolver enseguida. Esto es importante. No se engañen solos pensando que “esa gotita vale”. La gotita que me valió la conseguí después de vaciar todos los frascos y asumir que tenía que cocinarlo de nuevo, y es la de la foto que está abajo.


Cuando esté, enfriar revolviendo enseguida (en pileta con agua fría es mejor) y si les gusta, una vez tibio agregar un chorrito de esencia de vainilla. Antes de que se enfríe, guardar en frascos de vidrio limpios y secos, con tapa a rosca, que llenarán hasta el borde. Los tapan, y cuando se enfríen verán que hacen vacío (se les baja el centro de la tapa), así puede durar bastante tiempo (“bastante” es que guardo mermeladas de fruta de un verano para el otro sin ningún problema).
¡Que lo aprovechen!

1 comentario:

  1. ¡Qué buena pinta tiene!

    Además, he aprendido que a la leche le gusta jugar a las canicas! :)

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