lunes, 27 de septiembre de 2010

Las palabras y las sonrisas

Yo creo que las palabras son poderosas. Vuelvo a pensar lo que decía el año pasado en otro blog: “No sé si me asignarán una etiqueta por lo que diré, pero el mundo que conocemos, es un mundo de palabras, frases, historias contadas. Alguien dirá que en esta postmodernidad que nos toca vivir, la imagen es mucho más potente que las palabras... Y es posible que en algunos casos así sea, pero para poder ser interpretada, esa imagen necesita del lenguaje, ya sea escrito o verbal. El lenguaje nos completa, nos ayuda a comprender y comprendernos”. Ahí, estas frases también eran sólo el principio.
Muchas veces he pensado y escrito sobre mi pequeña definición en Twitter, aquello de “me gusta descubrir los milagros cotidianos”. A veces, cuando estoy medio triste, no sé cómo llego a esa idea, y casi siempre termino viendo el vaso medio lleno. Me recuerdo que eso que es “malo”, seguramente esconde un desafío, una oportunidad... y algo cambia. Cuando miro para atrás en mi vida, me doy cuenta de que casi todas las “cosas malas” que me han pasado, siempre han traído consigo algo bueno. O quizás no era tan obvio y yo pude verlo, buscarle la vuelta y no enredarme en la tristeza. Ojo, estar mal de vez en cuando también es parte de la vida; pero hay muchas situaciones de las cuales puede haber una salida creativa y original, aunque no evidente. Y ver la otra cara de la moneda es muy importante. La vida siempre tiene el color del cristal con que se mira, y cambiarse las gafas de vez en cuando es de sabios.
A mí me gusta cantar, y cuando estoy en la calle, ando con mis auriculares y escucho música a un volumen más que razonable: habitualmente puedo oír también las conversaciones de los que estén por ahí. Pero también canto. Puede ser “Revolution” o “Here comes the sun” de The Beatles, o “La cultura es la sonrisa”, de León Gieco, o “I’m stong enough” de Cher. Y como dice Javi, parezco loca: mientras muchos van serios y callados, yo muestro optimismo y buen humor.
Y sonrío, casi a cualquiera con quien intercambio alguna palabra. A los conductores de los autobuses, a la señora que dejo que se siente en el asiento de la ventanilla en el autobús, quedándome yo en el del pasillo, a la cajera o al cajero en el súper, a mis vecinos, a mis amigos, cuando hablo por teléfono. Porque no cuesta nada: según leí hace tiempo, y ya no me acuerdo dónde, sonreír supone menos movimiento muscular que un mal gesto. Porque una sonrisa hace una gran diferencia, tanta que hasta se nota cuando no nos ven. Al otro lado del teléfono, o del micrófono, se percibe cuando quien habla sonríe. Porque alegra a todos, no deja a nadie indiferente. Porque es un privilegio de los humanos. Porque te cambia. Y sonreírle a alguien es regalarle un instante diferente, aunque no le conozcamos. Regalarte a ti mismo su gratitud. ¿Has sonreído hoy? Yo sí, procuro sonreír todos los días. Y hoy, este video (en dos partes) que nos regaló Carmen, me regaló un extra de emociones. No te lo pierdas. Sonríe, puede ser un primer pasito para un cambio.



4 comentarios:

  1. Muy lindo lo que escribiste y totalmente cierto. Un día leí que lindo sería que todos caminemos con una sonrisa por la calle, y en especial sonriamos a los demás sin buscar un motivo. Eso puede cambiarle el día a alguien.
    Me hiciste reir y llorar al mismo tiempo con el video . hermoso.!!

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  2. Gracias Andre, me alegro que te haya gustado :)
    Yo también reí y lloré con el video, está tan lindo!
    Sonriamos...

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  3. Hey Ju, precioso lo que escribiste! Me encantó leerlo. Es cierto que a veces vamos serios por la vida sin saber bien por qué cuando en realidad tenemos muchos motivos por los cuales podríamos sonreír. El video esta buenísimos, muy emotivo. Te mando una sonrisa sincera y un abrazote! Nati

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  4. Gracias Nati, me alegro! Vos sonreí, no importa cómo te miren los demás.
    Un beso, hermosa :)

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