domingo, 28 de marzo de 2010

Esta ciudad que vivo y escribo

Las definiciones pueden ayudar, pero a veces constriñen. Por eso, ahora elijo la opción de (ha)ser antes que decir qué soy. Y lo que hago es contar algo que me es familiar, lindo, hacer pública ese paseo que me regalo cuando alguien viene de visita a casa o cuando me preguntan sobre Madrid.
Pero este es un espacio en el que no sólo caben esos itinerarios públicos, compartidos con tantas y tan distintas personas. Siempre pasa algo, escucho alguna conversación que me sorprende, descubro un gesto, leo un libro. Y como nos decía una profesora en la universidad, tenemos que investigar acerca de lo que conocemos, de eso que uno es capaz de hacerse preguntas, interrogarse. Con la escritura pasa lo mismo, me pasa lo mismo. Y desde hace varios años me pasa en Madrid, una ciudad cosmopolita en la que se mezclan la costumbre del barrio con los turistas que buscan los íconos que no se pueden perder. Donde se escuchan todas las tonadas del castellano, de aquí y del otro lado del charco, además de muchos otros idiomas que endulzan el aire entre el run-run del metro o de los coches en el Paseo del Prado. Una ciudad en cuyo transporte público se pueden intuir las tendencias literarias, o corroborar que los clásicos siguen pisando fuerte. Una ciudad que ahora huele a primavera.

2 comentarios:

  1. Como dijo Vespasiano, "pues a mí no me huele". Pero se refería a otra cosa.

    Te sigo (tú la llevas).

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  2. Hola Barón! Curioseando por ahí vi qué era lo que no le olía a Vespasiano ;)
    Yo voy, aunque creo que sin "la profe" de madrina será otra la historia... O no? Veremos...
    Me gustó lo de "tú la llevas" ;)
    Y qué ilusión el primer comentario!

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